martes, 8 de noviembre de 2016

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Alerta por expendió y consumo de drogas en 
colegios
Néstor de Ávila

Las denuncias de las entidades de control y de los padres de familia relacionadas con el expendio y consumo de drogas dentro y fuera de algunas instituciones educativas de Barranquilla, municipios del área metropolitana y otras poblaciones del Atlántico, siguen generando preocupación y tienen en alerta a las autoridades.
En Soledad, por ejemplo, dos menores del Colegio Francisco de Paula Santander fueron encontrados en agosto bajo los efectos de enervantes. La situación derivó en la intervención de la Policía de Infancia, el Bienestar Familiar, la Personería y la Secretaría de Educación municipal.
Directivos del instituto reportaron que a la salida de la jornada diurna, en el parque que está frente a la escuela, jóvenes que no tienen relación con el colegio expenden droga a los alumnos y varios de ellos la revenden dentro del plantel.
El pasado 2 de septiembre, en una inspección hecha por la Policía de Infancia y Adolescencia, sorprendieron a un estudiante de undécimo grado del Santander con cuatro gramos de base de coca. Este alegó que nunca ha consumido droga y que alguien se la había dado a guardar.
Dos escuelas más de esta población, Luis R. Caparroso y Dolores María Ucrós, también han reportado denuncias de expendio y consumo.
La Policía se comprometió a asumir el control de sectores aledaños a las escuelas soledeñas y el Bienestar, conjuntamente con la Personería, activó un plan de convivencia municipal.
La investigación realizada por los mismos docentes arrojó que 15 estudiantes reconocieron haber consumido por lo menos una pepa de Rivotril y otras presentaciones del fármaco Diazepam (tiene propiedades ansiolíticas, anticonvulsivas y sedantes). Otros cinco, identificados como los que distribuían la droga dentro del colegio, se encuentran en sus casas, donde temporalmente tienen la obligación de presentar informes académicos en sus hogares con supervisión de sus padres.
El pasado 4 de septiembre, en la plazoleta del colegio Dolores Ucrós, fue lanzada la campaña ‘Menos drogas, más familias saludables y más convivencia’, liderada por la Secretaría del Interior y Corsalud para las 30 instituciones educativas del municipio.
PEPAS A 1500 PESOS
En Barranquilla un preocupado padre de familia reportó el caso de dos jóvenes de noveno grado de una institución educativa de la localidad metropolitana que fueron hallados consumiendo drogas.
“Nos enteramos de eso en una reunión de padres de familia y yo denuncio porque es preocupante. Tengo un hijo ahí y parece que también como que venden droga. Uno teme que se forme un problema porque los expendedores la pueden tomar contra los muchachos”, dijo el acudiente.
Aseguró que la Policía de Infancia y Adolescencia fue a dictar charlas en la institución, en la que decidieron no sacar a los estudiantes y darles ayuda psicológica. También personal de la Secretaría de Educación y los profesores intervinieron en busca de soluciones.
EL HERALDO recibió denuncias sobre el expendio y consumo de drogas en las afueras y al interior de otro colegio de la localidad suroccidente. Varios jóvenes confirmaron el uso y la venta de pastillas. La droga es conocida entre los estudiantes como ‘tapita roja’.
“Adentro algunos pelaos la venden a 1.500 cada pepa, que la meten con gaseosa. También consumen ‘perico’ (cocaína) en los baños o en la cancha de atrás. Eso ya lo saben y tienen hasta videos. Nos dan charlas, pero a esos pelaos les gusta esa vaina que los pone como bobos, como con flojera. Una vez una pelada se privó”, contaron alumnas de la institución.
Un joven cauto y algo desconfiado aseguró que “solo son unos cuantos” los que están, como él lo llamó, “jugando con candela”.
“Los baños solo los abren en recreo y creo que es por eso, para que esos pelaos no anden inventando. A uno, por ejemplo, que saben que es sano no le ofrecen. Aquí siempre nos están dando charlas de prevención”, indicó el estudiante.
Esta noticia fue tomada de:El Heraldo

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